viernes, 28 de noviembre de 2014

Un enfoque sistémico complejo


LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS


Por: Patricia Ferrufino Laguna.

Las competencias se las puede definir como:”Una actuación, idónea que emerge en una tarea concreta, en un contexto con sentido. Se trata de un concepto asimilado con propiedad y el cual actúa para ser aplicado en una situación determinado, de manera suficientemente flexible como para proporcionar soluciones variadas y pertinentes” Bogoya (2000).

Las competencias se vienen trabajando dentro de la educación cada vez más desde diferentes enfoques como ser: el conductivismo, el funcionalismo, el contructivismo y el sistémico complejo.

Desde el enfoque que hoy trabajaremos será el sistémico complejo, el cual su fundamento teórico se basa en la búsqueda de: la formación de las personas integrales con compromiso ético (hecho fundamental para el buen desarrollo de una sociedad, desde una mirada del bien común. Un re-aprecio de los factores éticos y espirituales, tanto personales como grupales, aparece como un background cultural estimulador del protagonismo cultural para el desarrollo), que busquen su auto realización (fundamental dentro de todo desarrollo individual que permite de alguna manera llegar al protagonismo social), que aporten al tejido social (un compromiso que todo sujeto- individuo debe tener para con su sociedad), y que además sean profesionales idóneos y emprendedores (que permitirá actuar en base a criterios de calidad establecidos, si la idoneidad no está presente, entonces no puede plantearse que exista una competencia) y dentro de toda competencia tendría que primar la flexibilidad.

Es de gran importancia hacer notar que la línea a la cual se ha dedicado el autor con otros investigadores sigue los referentes del pensamiento complejo de la Quinta Disciplina, del Desarrollo a Escala Humana y del aprender a aprender y emprender. Línea que busca el desarrollo integral de la educación.

La misma tendrá algunos puntos de vista con los demás enfoques de las competencias como ser: el énfasis de estudiar con rigurosidad el contexto, la planeación de la formación por módulos y la consideración de las competencias, como el elemento organizador clave de los perfiles y mallas curriculares. Mientras su diferencia se centran en un planteamiento que busca que: “1) las competencias se aborden desde el proyecto ético de vida de las personas, para afianzar la unidad e identidad de cada ser humano y no fragmentación, 2) Buscan reforzar y contribuir a que las personas sean emprendedoras, primero como seres humanos y en la sociedad y después en lo laboral – empresarial para mejorar y transformar la realidad 3) las competencias se aborden en los procesos formativos desde unos fines claros, socializados, compartidos y asumidos en la institución educativa que brinden un PARA QUÉ que oriente las actividades de aprendizaje, enseñanza y evaluación, 4) la formación de competencias se da desde el desarrollo y fortalecimiento de habilidades del pensamiento, complejo como clave para formar personas éticas, emprendedoras y éticas 5) desde el enfoque complejo, educación no se reduce exclusivamente a formar competencias; sino que apunta a formar personas integrales, con sentido de vida, expresión artística, espiritualidad, conciencia de sí etc. y valores” (Tobon) 2007.

Sin duda alguna las competencias dentro del sistema complejo tiene como protagonista principal al individuo donde se debe trabajar en la búsqueda de consolidar un proyecto ético, el cual muchas de las veces no se lo toma en cuenta, por el hecho de no percatarnos del papel y responsabilidad fundamental de la formación de cada uno de los individuos que conforman y conformaran una sociedad (sociedad que no es más que el reflejo de lo que tenemos por individuos); al mismo tiempo su fundamento se centra en formar personas emprendedoras, pero partiendo de lo humano- social y después laboral – empresarial realmente destacable, pues ese debería ser el orden real de importancia en el cual se trabaje dentro de toda sociedad , con fines claros, debidamente socializados, compartidos y asumidos por la institución educativa, donde prime la responsabilidad social y pertinencia.

Los estudios tradicionales tienen como uno de sus grandes vacíos la dificultad para lograr la pertinencia de la formación y si no existe pertinencia estamos lejos de la ética aspecto que no puede dejarse de lado, mucho menos no ser tomada en cuenta dentro de la educación. La educación debe permitir que las personas sean autónomas y por lo tanto críticas, responsables, tolerantes, en suma, que sean buenos ciudadanos La educación es el progreso de la persona desde un punto de vista individual y social.

Las competencias en la educación nos permitirán: el aumento de la pertinencia en los programas educativos, una adecuada gestión de calidad, política educativa internacional y movilidad de estudiantes, docentes, investigadores, profesores y trabajadores, nos posibilita una apertura a nuevos horizontes en la educación, que nos permita enriquecernos culturalmente, pero sobre todo ampliar nuestro conocimiento.


Bibliografía:

*“Condiciones para el Protagonismo Social”. Valerio Fuenladia Fernandez. Periódico “Comunicación y Educación”.


*Enfoque Complejo de las Competencias y el desarrollo curricular por ciclos propedeúticos”. Tobón Sergio. Grupo CIFE. Madrid – España.2007. 

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