Un enfoque
sistémico complejo
LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS
Por:
Patricia Ferrufino Laguna.
Las competencias se las puede definir
como:”Una actuación, idónea que emerge en una tarea concreta, en un contexto
con sentido. Se trata de un concepto asimilado con propiedad y el cual actúa
para ser aplicado en una situación determinado, de manera suficientemente
flexible como para proporcionar soluciones variadas y pertinentes” Bogoya
(2000).
Las competencias se vienen trabajando
dentro de la educación cada vez más desde diferentes enfoques como ser: el
conductivismo, el funcionalismo, el contructivismo y el sistémico complejo.
Desde el enfoque que hoy trabajaremos
será el sistémico complejo, el cual su fundamento teórico se basa en la
búsqueda de: la formación de las personas integrales con compromiso ético (hecho
fundamental para el buen desarrollo de una sociedad, desde una mirada del bien
común. Un re-aprecio de los factores éticos y espirituales, tanto personales
como grupales, aparece como un background cultural estimulador del protagonismo
cultural para el desarrollo), que busquen su auto realización (fundamental
dentro de todo desarrollo individual que permite de alguna manera llegar al
protagonismo social), que aporten al tejido social (un compromiso que
todo sujeto- individuo debe tener para con su sociedad), y que además sean
profesionales idóneos y emprendedores (que permitirá actuar en base a
criterios de calidad establecidos, si la idoneidad no está presente, entonces
no puede plantearse que exista una competencia) y dentro de toda
competencia tendría que primar la flexibilidad.
Es de gran importancia hacer notar
que la línea a la cual se ha dedicado el autor con otros investigadores sigue
los referentes del pensamiento complejo de la Quinta Disciplina, del Desarrollo
a Escala Humana y del aprender a aprender y emprender. Línea que busca el desarrollo
integral de la educación.
La misma tendrá algunos puntos de
vista con los demás enfoques de las competencias como ser: el énfasis de
estudiar con rigurosidad el contexto, la planeación de la formación por módulos
y la consideración de las competencias, como el elemento organizador clave de
los perfiles y mallas curriculares. Mientras su diferencia se centran en un
planteamiento que busca que: “1) las competencias se aborden desde el proyecto
ético de vida de las personas, para afianzar la unidad e identidad de cada ser
humano y no fragmentación, 2) Buscan reforzar y contribuir a que las personas
sean emprendedoras, primero como seres humanos y en la sociedad y después en lo
laboral – empresarial para mejorar y transformar la realidad 3) las competencias
se aborden en los procesos formativos desde unos fines claros, socializados,
compartidos y asumidos en la institución educativa que brinden un PARA QUÉ que
oriente las actividades de aprendizaje, enseñanza y evaluación, 4) la formación
de competencias se da desde el desarrollo y fortalecimiento de habilidades del
pensamiento, complejo como clave para formar personas éticas, emprendedoras y
éticas 5) desde el enfoque complejo, educación no se reduce exclusivamente a
formar competencias; sino que apunta a formar personas integrales, con sentido
de vida, expresión artística, espiritualidad, conciencia de sí etc. y valores”
(Tobon) 2007.
Sin duda alguna las competencias
dentro del sistema complejo tiene como protagonista principal al individuo
donde se debe trabajar en la búsqueda de consolidar un proyecto ético, el cual
muchas de las veces no se lo toma en cuenta, por el hecho de no percatarnos del
papel y responsabilidad fundamental de la formación de cada uno de los
individuos que conforman y conformaran una sociedad (sociedad que no es más
que el reflejo de lo que tenemos por individuos); al mismo tiempo su
fundamento se centra en formar personas emprendedoras, pero partiendo de lo
humano- social y después laboral – empresarial realmente destacable, pues ese
debería ser el orden real de importancia en el cual se trabaje dentro de toda
sociedad , con fines claros, debidamente socializados, compartidos y asumidos
por la institución educativa, donde prime la responsabilidad social y
pertinencia.
Los estudios tradicionales tienen como uno de
sus grandes vacíos la dificultad para lograr la pertinencia de la formación y
si no existe pertinencia estamos lejos de la ética aspecto que no puede dejarse
de lado, mucho menos no ser tomada en cuenta dentro de la educación. La
educación debe permitir que las personas sean autónomas y por lo tanto
críticas, responsables, tolerantes, en suma, que sean buenos ciudadanos La
educación es el progreso de la persona desde un punto de vista individual y
social.
Las competencias en la educación nos
permitirán: el aumento de la pertinencia en los programas educativos, una
adecuada gestión de calidad, política educativa internacional y movilidad de
estudiantes, docentes, investigadores, profesores y trabajadores, nos
posibilita una apertura a nuevos horizontes en la educación, que nos permita
enriquecernos culturalmente, pero sobre todo ampliar nuestro conocimiento.
Bibliografía:
*“Condiciones para el Protagonismo
Social”. Valerio Fuenladia Fernandez. Periódico “Comunicación y Educación”.
*Enfoque Complejo de las Competencias
y el desarrollo curricular por ciclos propedeúticos”. Tobón Sergio. Grupo CIFE.
Madrid – España.2007.
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