miércoles, 13 de agosto de 2014

LA CULTURA Y LA EDUCACIÓN: FUENTE PARA EL CRECIMIENTO DE UNA SOCIEDAD

Hagamos un paréntesis…



LA CULTURA Y LA EDUCACIÓN: FUENTE PARA EL CRECIMIENTO DE UNA SOCIEDAD

·         Por: Georgina Patricia Ferrufino L.

La cultura es todo lo que hacemos día a día. Que se constituye en una práctica. “Todos los seres humanos adultos y normales tienen una cultura. Esta, puede definirse como la suma total de los rasgos de comportamiento y de las creencias – características aprendidas – de los miembros de una sociedad particular” Bruce J.Cohen

Toda cultura se fundamenta en valores, tradiciones y costumbres. Los valores entendidos como esos “… sentimientos enraizados en los miembros de una sociedad que generalmente señalan las pautas de acción y de comportamiento de los individuos” Bruce J Cohen donde debería forjarse un espíritu sensible de hombres y mujeres. En tanto que las “Tradiciones son las formas acostumbradas y usuales de actuar dentro de una sociedad” Bruce J. Cohen. Las costumbres las cuales “…contienen implicaciones significativas acerca de lo correcto e incorrecto para una sociedad. Las costumbres de una sociedad a menudo están incorporadas a su sistema legal y a sus enseñanzas religiosas” Bruce J. Cohen.

Entonces, diremos que cultura es todo lo que hacemos en nuestro diario vivir. Que constituye al individuo en un ser pasivo o activo. La pregunta surge ¿Qué clase de individuo estamos formando?, ¿bajo qué parámetros culturales? , ¿Con qué fines?...Entonces creo que es hora de reflexionar y preguntarnos qué tipo de cultura estamos dejando a nuestra sociedad (los miembros de una sociedad comparten también una cultura. Es imposible que una cultura y una sociedad existan separadas. Si  existe una sociedad, debe existir una cultura correspondiente). Nosotros los educadores quienes somos parte de este proceso (revolución); tomando en cuenta que la sociedad es esa materia prima de una Nación. “Nación es la sociedad natural constituida por la unión de familias que, teniendo conciencia de un patrimonio común tiende a conservarlo y desarrollarlo” Joaquín Delgadillo. Materia prima que determinará el tipo de sociedad que heredaremos a nuestros hijos…Sin duda, debemos remitirnos al papel que juega la educación como pilar fundamental para el desarrollo de una sociedad. Donde busquemos constituir al individuo como un sujeto activo, capaz de conocer, reconocer y pensar su realidad con y desde una mirada analítica – reflexiva y propositiva, es decir, un sujeto crítico; que demande ciudadanía, que sea y se sienta parte de la tierra que lo vio nacer.

“Los estudiantes de un grupo deben dejar de ser sujetos pasivos y pasar a ser protagonistas, para que, en la sociedad, no acaben siendo individuos y súbditos, sino personas y ciudadanos…” Pablo Aranda.

En esta perspectiva, ser ciudadano no tiene que ver sólo con los derechos reconocidos por los aparatos estatales a quienes nacieron en un territorio; sino también con las prácticas sociales y culturales que dan sentido de pertenencia. Canclini.

Dejando la mirada de una cultura dominante que deja de lado la importancia y valor del reconocimiento de pueblos y culturas al creerlas, pensarlas y verlas como subalternas. Un problema sin duda preocupante, que se lo viene arrastrando desde la fundación de La República. Con un sistema educativo que no respondía a la realidad de boliviana, con una realidad en muchos casos negada o desconocida, por el simple hecho de no sentirla parte de uno. Realidad que se la debe trabajar, sin duda alguna, desde los primeros  años de educación infantil. Que se fundamente en el planteamiento de políticas educativas. Políticas que deberían ser explícitas, integradas y duraderas. Es decir,”…no podrá ser implícita porque si es implícita no podrá ser una política que todos los ciudadanos puedan aplicar; si no es integrada será incoherente, dispersa y caprichosa; y si no es duradera también resultará inadecuada, pues al ser sólo coyuntural y momentánea, se va perdiendo” Luis Ramiro Beltrán.  Una política que no sea explícita, integrada y duradera se constituye en algo momentáneo, que se va con el tiempo. Lejos de ser una cultura pensada y trabajada en pro del desarrollo y avance de nuestra sociedad, que sea capaz de respetar y reconocer nuestra identidad cultural.


Creo que es hora de tomar conciencia y comprometernos todos y cada uno a crecer y formarnos con ese sentimiento que busque un desarrollo, crecimiento y fuerza en una educación planificada analizada y formulada en base a nuestra formación y realidad boliviana. En busca de un avance a nuevos desafíos y conquistas.

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